He dejado pasar un poco el tiempo para comentar lo del abandono de la tregua de ETA y de lo que me parece. Necesitaba un poco priorizar mis ideas para llegar a unas conclusiones de lo que me parece todo esto.
Antes de nada me gustaría comentaros algunas de las premisas de las que parto para llegar a las conclusiones que llego. Aunque seguramente ya sabréis por donde van los tiros si habéis leído "Llamando a las cosas por su nombre".
Que existe un problema de convivencia en el País Vasco es un hecho, y el que diga lo contrario miente. El PNV se comporta como el príncipe de Escocia en William Wallace, esto de la independencia está muy bien pero me pongo del bando que más me interese, o más me pague. Veáse la falta de apoyo del PNV a la República en el 36 y decantándose por los golpistas, más info. El Gobierno central (fuera quién fuése) a lo largo de la democracia ha siempre jugado con el País Vasco al perro y al gato. Te doy competencias si me das gobernabilidad, y cuando no me hagas falta, congelo la tramitación de competencias. Y por último, está la izquierda radical vasca, encayada en un pasado que ya no existe, encerrada en su mini-mundo, incapaz de afrontar las nuevas realidades internacionales, y siguiendo en su línea de anteponer el nacionalismo a sus ideas socialistas (esto se llama para quién no lo sepa Nacional-socialismo, con el nacional delante, por supuesto, me recuerda a alguién).
La democracia y el estado español en los años que llevamos en democracia no ha sabido, o querido, poner solución al problema en el País Vasco. El sistema de comunidades no está mal, es más, en mi humilde opinión es un sistema que se adapta perfectamente a la realidad española. Pero vayamos al fondo de la cuestión, con el sistema de comunidades el fin es llegar a un sistema federado. Pero en esté país de salva-patrias que ponen el grito en el cielo cada vez que una comunidad exige más competencias y dinero, es dificil avanzar.
Por último está ETA y su negativa a disolverse. Hubo una época en que estaba convencido de que ETA, a pesar de ser unos carniceros, detrás tenían una ideología política. El último atentado en Barajas me ha hecho abrir los ojos. Pensé en su momento que los trenes de Madrid habrían puesto de manifiesto a ETA y su entorno que el mundo ha cambiado, y que su razón de ser se había acabado. Nada más lejos de la realidad.
Con todo esto, he llegado a la conclusión de que ETA no se disuelve porque es un negocio para mucha gente. No se debería tratar a ETA como un grupo terrorista con una serie de reivendicaciones políticas, a ETA hay que tratarla como lo que es, como mafia. Los italianos saben mucho de esto, con la mafia no se tontea, ni se habla, ni se negocia, porque se convierte en un estado donde el estado democrático no llega. Tienen su empresa capitalista de extorsión, amenza y chantaje; y actúa como tal. Cuando los tiempos están revueltos desaparecen, cuando ven la oportunidad siguen con lo mismo. A ver, a un tío que lleva toda su vida viviendo de la extorsión, ¿lo vas a poner a picar piedra?, venga hombre, no quiere, vive muy bien así.
Como decía, en el País Vasco hay un problema, y para solucionarlo hay que hablar con todas las partes involucradas, incluso con la izquierda radical vasca. Pero ETA dejó de ser parte hace mucho tiempo. ETA dejó de ser izquierda hace mucho tiempo.
Concierto de Marea en Murcia, el cantante sin venir a cuento va y suelta "Nosotros no somos españoles, somos vascos". La gente le silba. Lección de ser de izquierdas, ser crítico. Meteros vuestros ideales nacional-socialistas por el culo y dejad de darnos lecciones de izquierdas.